¡Tipos de mal comportamiento de los niños en el hogar!

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Introducción


Los niños son seres humanos en desarrollo que pueden experimentar una variedad de emociones, como la frustración, la ira y la tristeza. A veces, estos sentimientos pueden manifestarse como mal comportamiento en el hogar, lo que puede ser difícil para los padres o tutores manejar. En este artículo, examinaremos algunos de los tipos de mal comportamiento que pueden tener los niños en el hogar.


Tipos de mal comportamiento


Desafío a la autoridad: Los niños pueden desafiar la autoridad de los adultos al negarse a seguir las reglas, argumentar o ignorar las instrucciones. Esto puede ser particularmente frustrante para los padres o tutores, ya que puede ser difícil de manejar sin recurrir a la violencia física.


Agresión: Los niños pueden mostrar agresión hacia otros niños o adultos, ya sea verbalmente (insultos, gritos, amenazas) o físicamente (empujones, golpes, mordeduras). La agresión puede ser un comportamiento especialmente preocupante si se dirige a otros miembros de la familia o mascotas.



Rabietas: Las rabietas son comunes en los niños pequeños y pueden ser el resultado de sentirse frustrados o incapaces de expresar sus emociones de manera efectiva. Las rabietas pueden incluir gritos, pataletas y llanto excesivo.


Mentir: Los niños pueden mentir para evitar las consecuencias de su mal comportamiento o para obtener lo que quieren. La mentira puede ser difícil de detectar y puede ser un comportamiento preocupante si se convierte en un patrón.


Robo: Los niños pueden tomar objetos que no les pertenecen, ya sea en casa o en otros lugares. El robo puede ser una señal de que el niño está buscando atención o tiene dificultades para expresar sus necesidades.


Conclusión


El mal comportamiento de los niños puede ser difícil de manejar para los padres o tutores, pero es importante recordar que los niños están en un proceso de desarrollo y pueden estar experimentando emociones intensas. Al abordar el mal comportamiento de manera amorosa, afectiva y respetuosa, podemos ayudar a los niños a aprender a expresar sus emociones de manera saludable y a desarrollar habilidades sociales positivas.





¡Mi hijo tiene mal comportamiento!

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El mal comportamiento de los niños es un tema que preocupa a muchos padres. A menudo, los niños pueden mostrar comportamientos desafiantes, como el incumplimiento de las normas, la agresividad y la falta de respeto. Estos comportamientos pueden tener efectos negativos en la relación entre padres e hijos y en el bienestar emocional y social de los niños. La disciplina positiva es una alternativa efectiva y respetuosa a los métodos punitivos de disciplina. En lugar de castigar al niño por su mal comportamiento, la disciplina positiva se enfoca en enseñar habilidades y valores que ayuden al niño a desarrollar un comportamiento apropiado.


Causas del mal comportamiento de los niños: 


El mal comportamiento de los niños puede tener diversas causas. Algunas de las causas más comunes incluyen:


Falta de habilidades sociales y emocionales: Los niños pueden mostrar comportamientos desafiantes cuando no tienen las habilidades sociales y emocionales necesarias para manejar situaciones difíciles. Por ejemplo, un niño puede mostrar agresividad si no sabe cómo expresar sus emociones de manera adecuada.

Falta de límites claros: Los niños necesitan límites claros para sentirse seguros y entender qué comportamientos son apropiados. Cuando los límites no están claros, los niños pueden sentirse confundidos y mostrar comportamientos desafiantes.


Necesidad de atención: Los niños pueden mostrar comportamientos desafiantes como una forma de llamar la atención de los padres. Si el niño siente que no está recibiendo la atención que necesita, puede recurrir a comportamientos desafiantes para llamar la atención.


Recomendaciones para los padres: La disciplina positiva ofrece una alternativa efectiva y respetuosa a los métodos punitivos de disciplina. Algunas recomendaciones para los padres incluyen:


Enseñar habilidades sociales y emocionales: Los padres pueden enseñar habilidades sociales y emocionales a sus hijos para ayudarles a manejar situaciones difíciles de manera efectiva. Por ejemplo, pueden enseñarles cómo expresar


El mal comportamiento de los niños es un problema común en la crianza de los hijos. A menudo, los padres recurren a la disciplina punitiva, como los castigos físicos o verbales, para corregir el comportamiento de sus hijos. Sin embargo, estos métodos pueden tener efectos negativos en el desarrollo emocional y social de los niños. La disciplina positiva, por otro lado, es una alternativa más efectiva y respetuosa que se enfoca en enseñar habilidades y valores a los niños. En este artículo, se discuten las causas del mal comportamiento de los niños y se presentan recomendaciones para los padres basadas en la disciplina positiva




Emociones básicas en los niños: Cómo reconocerlas y expresarlas

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Las emociones son una parte fundamental del desarrollo humano, especialmente en los niños, quienes nacen con la capacidad innata de experimentar una serie de emociones básicas (Bisquerra, 2011). Estas emociones forman parte de su desarrollo emocional temprano y son una herramienta valiosa para comprender el mundo y relacionarse con él. 


Entre las emociones más comunes en los niños se encuentran la alegría, la sorpresa, el miedo, la tristeza, el enfado y el asco (Ekman y Friesen, 1971). Cada una de estas emociones tiene una función específica, por ejemplo, la alegría promueve la exploración y el aprendizaje, mientras que el miedo ayuda a protegerse de peligros potenciales. 


Es importante destacar que los niños también experimentan una serie de sentimientos y emociones más complejas, como la empatía, la vergüenza o la culpabilidad, que requieren un mayor nivel de madurez emocional para entender y expresar (Bisquerra, 2011). 

Para ayudar a los niños a reconocer y expresar sus emociones básicas de manera saludable, es recomendable proporcionarles un entorno seguro y afectivo donde puedan expresar sus sentimientos libremente. Los adultos pueden enseñarles a reconocer sus emociones y a encontrar estrategias saludables para expresarlas. Además, es importante destacar que todas las emociones son válidas, tanto las positivas como las negativas. 


Es fundamental fomentar una actitud de aceptación y respeto hacia las emociones para que los niños aprendan a regular sus propias respuestas emocionales. Esto les ayudará a comprender sus emociones, a ser más empáticos con los demás y a desarrollar habilidades emocionales esenciales para su vida futura. 


En conclusión, las emociones básicas son una parte importante del desarrollo emocional temprano de los niños. Reconocerlas y expresarlas de manera saludable es fundamental para su crecimiento emocional y su relación con el mundo que les rodea. 


Berrinches en Adultos: ¿cómo manejarlos?

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Los berrinches son una manifestación común en los niños, pero ¿qué pasa cuando los adultos también los experimentan? Los berrinches en los adultos pueden tener diferentes causas, desde el estrés hasta la frustración, pero lo importante es aprender a manejarlos de manera efectiva para evitar consecuencias negativas en nuestras relaciones y en nuestra vida diaria.


Según Jane Nelsen, autora de la serie de libros "Disciplina Positiva", los berrinches en los adultos son una forma de expresar emociones intensas y pueden manifestarse en gritos, llanto, arrebatos de ira o incluso comportamientos autodestructivos. Para manejarlos, es importante entender las causas subyacentes y aplicar estrategias efectivas para controlar nuestras emociones y comportamientos.


Una de las principales causas de los berrinches en los adultos es el estrés. Cuando nos encontramos en situaciones estresantes, como una carga de trabajo abrumadora o problemas en nuestras relaciones interpersonales, es común que nuestras emociones se desborden y experimentemos berrinches. En estos casos, Nelsen recomienda identificar las fuentes de estrés y aplicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, para reducir la ansiedad y recuperar el equilibrio emocional.

Otra causa común de los berrinches en los adultos es la frustración. Cuando nos encontramos ante situaciones que no podemos controlar o que no cumplen nuestras expectativas, es común que experimentemos frustración y, en algunos casos, berrinches. En estos casos, Nelsen sugiere practicar la aceptación y la resiliencia, aceptando lo que no podemos controlar y buscando alternativas para abordar la situación de manera constructiva.


Además de estas causas, existen diferentes tipos de berrinches en los adultos, como los berrinches emocionales, que se relacionan con las emociones intensas, o los berrinches de comportamiento, que se relacionan con acciones impulsivas y descontroladas. Para manejarlos, Nelsen sugiere aplicar técnicas de autocontrol, como la visualización, la reflexión o la comunicación efectiva, que nos permitan identificar nuestros desencadenantes y evitar comportamientos destructivos.


En resumen, los berrinches en los adultos pueden ser una manifestación común de emociones intensas, pero es posible manejarlos de manera efectiva mediante la identificación de las causas subyacentes y la aplicación de técnicas de control emocional. Si estás experimentando berrinches en tu vida diaria, no dudes en buscar ayuda profesional o recurrir a recursos como la Inteligencia Emocional, que te brindarán las herramientas necesarias. 





Temperamento

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Todos nacemos con una forma única de procesar la información que nuestros sentidos recopilan a lo largo de toda nuestra vida y también con una forma distinta de responder a ella tanto a nivel motor, afectivo y atencional. Estas tendencias innatas con base genética o biológica conforman nuestro temperamento.


Identificar los factores del temperamento en tus pequeños, te permitirá entender desde la empatía su forma de percibir el mundo y cómo responden a él. Es preciso contar con estrategias para aprender a ser flexibles y tener una forma comprensiva de abordar su comportamiento para minimizar los periodos de enfrentamiento entre adultos y niños



“El temperamento, características innatas que poseen los pequeños”


El estudio del temperamento comenzó a finales de los años 60. Stella Chess, Psiquiatra Infantil de la Universidad de New York junto a su esposo el Dr. Alexander Thomas investigaron los nueve aspectos del temperamento, denominándose como “el milagro de la personalidad”.


Estos aspectos dan origen a nuestro “estilo personal” y están categorizados en nueve dimensiones:


1.- Nivel de actividad

2.- Regularidad en el funcionamiento biológico

3.- Facilidad para aceptar nuevas personas y situaciones (aproximación – evitación)

4.- Adaptabilidad al cambio

5.- Sensibilidad a los estímulos sensoriales

6.- Cualidad del humor

7.- Intensidad de la respuesta

8.- Nivel de distracción

9.- Períodos de atención y persistencia.


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"Bondad de ajuste”


Chess y Thomas destacan la importancia de la “bondad de ajuste” que consiste en encontrar el equilibrio entre las necesidades propias de los niños y el de sus padres o cuidadores (Nelsen, Erwin and Duffy 2018). Como siempre he mencionado el bienestar emocional de los padres o cuidadores es fundamental, deben estar preparados para enfrentar los distintos desafíos con sus pequeños, y de esta manera será menos frustrante, y podrán en esas oportunidades desarrollar las habilidades y capacidades para que los niños puedan sacar el mayor potencial de sí mismos en distintos contextos de la vida.

"Inteligencia Emocional en las familias"


Sin duda en los últimos tiempos el concepto de inteligencia emocional ha tomado bastante revuelo, ya que antiguamente no se nos enseñaba a reconocer nuestras emociones y generalmente no podíamos expresarlas. Crecimos con la creencia que llorar es signo de debilidad y debíamos secarnos las lágrimas porque nos decían “No es para tanto” “ya pasó” y reprimíamos demasiado nuestro sentir y además con el miedo de expresar lo que nos sucedía. Esto sin duda es algo muy cotidiano que algunos de ustedes seguramente lo vivieron en la infancia.


Gracias a las investigaciones que se han realizado durante estos últimos 20 años hemos conocido que las emociones son parte de nuestra vida y son más importantes de lo que pensábamos. Al igual que nosotros, también hay emociones en los niños, ellos experimentan las mismas emociones básicas y a diferencia de nosotros ellos no tienen madura la corteza prefrontal, donde se desarrollan las habilidades de autocontrol y regulación emocional.


Gracias a las investigaciones que se han realizado durante estos últimos 20 años hemos conocido que las emociones son parte de nuestra vida y son más importantes de lo que pensábamos. Al igual que nosotros, también hay emociones en los niños, ellos experimentan las mismas emociones básicas y a diferencia de nosotros ellos no tienen madura la corteza prefrontal, donde se desarrollan las habilidades de autocontrol y regulación emocional.




Entender el comportamiento de los niños es una de las claves para llevar una crianza respetuosa

Tiempo de lectura: 3 Minutos - 12/10/2021

Una de las preguntas más frecuentes que se realizan los padres es ¿Por qué mi hijo se comporta de esa manera? Sin duda el comportamiento de los pequeños es un gran desafío para millones de padres y más de una vez ellos pondrán a prueba tu tolerancia. El cómo tú abordar cada situación con tu pequeño afectará directamente su comportamiento.


¿Por qué suceden las pataletas?


La mayoría de los padres cree que las pataletas son un mal comportamiento, y la verdad esto no es así, aunque el niño a medida que crece puede utilizar la pataleta como una forma de llamar tu atención, las pataletas son simplemente desbordes emocionales que se producen por no tener las habilidades de autocontrol desarrolladas y en algunas etapas el lenguaje para expresar lo que sienten y lo que les sucede. El comportamiento de los pequeños está mediado por la etapa que estén atravesando en su neurodesarrollo, el temperamento heredado, el tipo de apego que estén formando con sus padres, y las interacciones que tienen con su familia y el cómo están desarrollando sus habilidades sociales.



"Mensajes de mal comportamiento"


Algunos autores refieren que el comportamiento es “un mensaje codificado que revela las creencias del niño sobre sí mismo y sobre la vida.  Cuando un niño de esta edad se porta mal, es porque está tratando de transmitir de la única forma que sabe que se siente excluido o no tiene la sensación de pertenencia a un grupo”. (Nelsen, Erwin and Duffy, 2014).


Los mensajes de mal comportamiento revelan cómo el niño está percibiendo el mundo, por eso es muy importante cómo los padres abordan su bienestar emocional. Si el adulto está estresado no tendrá la paciencia y tolerancia de abordar un desafío complejo con su hijo, y la forma en que tú reaccionas define como el niño se comporta contigo.


Por ejemplo, es normal que un bebito de 2 años diga la palabra ¡No! Repetidas veces al día, esto es porque comienzan a desarrollar la autonomía y los adultos suelen tomar esto como un desafío a la autoridad y entran en un fenómeno denominado por los expertos como “luchas de poder”.


Luego un preescolar de 5 años puede tener un objetivo equivocado en su comportamiento, derivado de las creencias y percepciones que se ha creado de la interacción con su familia y entorno. Hay pequeños que se muestran rebeldes y desafiantes, otros con una ineptitud asumida cuando siente que ya han perdido la fe en ellos, y otros casos más extremistas como los pequeños que son golpeados constantemente, tiene una forma de relacionarse más agresiva.

Por tanto, es clave conocer los factores que están detrás del comportamiento de los niños y así entender qué les ocurre, qué sienten y porqué actúan de esa manera. Mediante este blog, canal de YouTube y nuestras redes sociales estaré abordando cada factor influyente en el comportamiento.